El mejor gobierno

leonardo

Dado que aún no ha finalizado la legislatura del actual Presidente, finaliza aquí este breve recorrido por los distintos mandatarios que han formado parte de la historia democrática de España.  Lejos de sentirse  bajas energías hacia ellos, su presencia y sus actos -como suele suceder y se alienta  a ello-  debiéramos intentar comprender cómo somos mayoritariamente como país.

Los presidentes vienen a ser algo así como los alter ego de la población predominante en un país demócrata. Representan, dentro de las características propias de su individualidad, nuestras luces y nuestras sombras como sociedad.

Desde esa perspectiva da la impresión de que hemos desatendido nuestra responsabilidad como ciudadanos, posiblemente por acabar descreídos de eso que llaman la “casta” política, con sus promesas públicas, acuerdos  privados y  demás “tinglados”…  Quizás, en esta crisis que comienza a sacudirnos, tomemos mayoritariamente consciencia, si quiera para exigir representantes cualificados para personificar el alter ego colectivo de España.

Si es cierto lo que afirman eminentes psicólogos cuyas frases hoy en día pueblan en mensajes la red, rechazamos del otro lo que en nosotros no queremos reconocer como sombra o defecto.  De ser esto cierto, como así parece, toca ahora trabajarse cada cual para intentar  que nos reflejen representantes políticos acordes a un país rico en sol, cultura, personas e historia. O en cualquier caso -por encima de todo- para mejorarnos nosotros mismos.

Felices fiestas a todos ellos y a todos nosotros.