El Qigong o chi kung, consiste en una serie de ejercicios que promueven la armonización de nuestra mente con nuestra respiración y la sensación de ejercicio corporal. Salvando las diferencias que puedan hallar los entendidos, pudiera asociarse al yoga, en cuanto ambas doctrinas buscan la unión, la comunión de mente, cuerpo y «espíritu». Se trata también, como el yoga, de tomar mayor consciencia de la energía que anima nuestro cuerpo, de su recorrido y de las zonas de bloqueo. En el caso del Qigong también se practica de forma cotidiana y en colegios el llamado Qigong estático, que consiste en mantener una postura fija e inmóvil durante cierto tiempo, haciéndonos consciente de manera más intensa de nuestros bloqueos y resistencia, y aumentado también la sensación de fuerza y energía en nuestro cuerpo, utilizándose precisamente para mantener a tono nuestro organismo. Aquí, un ejemplo
En el video que encabeza esta entrada, se realiza una sesión más accesible al público occidental que quiera vivir esa experiencia y ver así si es una doctrina en la que quiera ahondar. En este segundo, el maestro realiza un proceso más fluido y riguroso, que es una danza de control y flexibilidad, reforzando al máximo los beneficios de estos movimientos.
Altamente aconsejable para personas que quieran tener un contacto más directo con su cuerpo, personas sedentarias o aquella que ahonden en la toma de consciencia.
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