EL SOL INTERIOR, por Joaquín Tamames

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Todos tenemos ese sol en nuestro interior, aunque no podamos ver su luz, aunque lo tengamos apagado. Es un diamante en bruto que todavía permanece oculto, cubierto de polvo y telarañas. Está dentro, esperando a ser descubierto mientras nosotros andamos distraídos en la exploración y en la vivencia del mundo exterior, cuyos hilos tiran de nosotros, arrastrándonos en sus largos y tortuosos caminos, acumulando en el proceso cansancio y desvitalización.

El diamante, el sol, sigue dentro, esperando que le encontremos. Un día le contactamos y a partir de entonces nada vuelve a ser igual. Es un néctar al que queremos volver. Es un lugar en el que mana el agua viva y potente que nos limpia por dentro y por fuera.

Esa lámpara está ahí. Nos dota de fuerza. Nos recuerda que somos almas. Esto a su vez nos habla de inmortalidad… Y ese sol interno, si lo trabajamos, acabará siendo un sol externo hasta que un día los seres humanos alcancemos nuestro destino de andar por la tierra emitiendo luz.

En tanto llega ese día, busquemos ese sol, sonriamos a su existencia y a sus infinitas posibilidades.

Joaquín Tamames

«El sol es para nosotros la mejor representación de Dios, pero para impregnaros con esta verdad, debéis realizar todo un trabajo interior con su imagen. Porque podéis contemplar el sol durante años, pero mientras no sintáis que vibra, que irradia, que palpita en vosotros, os será extraño, no os dirigirá la palabra, incluso de nada servirá ir a saludarle por la mañana a su salida. Os calentaréis un poco, os vivificaréis un poco, recibiréis algunas calorías, algunas «vitaminas», y nada más.

A través del sol físico debéis esforzaros en hallar este sol interior que es el signo de que la Divinidad habita en vosotros. Y es así como un día no tendréis necesidad de ningún intermediario entre vosotros y Dios, tampoco del sol, porque será en vosotros, en vuestro sol interior, donde Le hallaréis.

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86)

Pensamientos cotidianos. Su obra está publicada en España por la Asociación Prosveta Española  http://www.prosveta.es

La música nos une


Versión extensa del tema, «Bibo no Aozora», de Ryuichi Sakamoto, Jaques Morelenbaum y Yuichiro Gotoh, perteneciente a la Banda Sonora de «Babel», la excelente obra de Alejandro González Iñárritu. Más allá de lenguas, credos y costumbres, hay una naturaleza que nos une. La música nos hace vibrar con ella.

Publicado inicialmente en Trazando caminos

La increíble enseñanza de Nick Vujicic

Gracias a Malina conocí la historia de Nick Vujicic. No pude evitar asociar de algún modo su vida con la de Tony Melendez,  aunque  sus limitaciones sean aun más extremas.

Nick Vujicic nació hace veintiséis años en Melbourne, Australia. A pesar de la normativa australiana que impedía que personas con discapacidades accedieran al sistema educativo «normal», sus padres consiguieron su incorporación. Sin embargo,  tuvieron que hacer frente a la incomprensión y el rechazo de compañeros de escuela y de sus padres. A pesar de ello, Nick consiguió en lo académico graduarse en empresariales; en lo personal, dadas sus duras vivencias,  decidió dar conferencias para compartir sus impresiones y valores con personas de todo el mundo.

Si el ejemplo de Tony Melendez es impactante y motivador, el de Nick Vujivic nos deja también sin palabras. Su enseñanza: con fe, se pude conseguir un sueño SIEMPRE.

Esta es su página oficial

¿Son doce o trece? [SOLUCION visual, de Kinopepino]

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Sé que es una tontería, que debe ser sencillo… Lo cierto es que desde que me lo enviaron aún no he descubierto el truco. Debo ser muy malo en esto 🙂

¿Cómo es posible que de doce se pase a trece personas? ¿Milagro?

Si alguien descubre el truco y es tan amable de compartirlo, se lo agradecería. Si no, el misterio continuará… al menos para mí.

SOLUCION visual, de Kinopepino

Kinopepino ha creado  un excelente pps donde muestra detalladamente el truco.  Gracias por compartirlo con todos.

El arte espiritual de Romio Shrestha


Romio Badahur Shrestha nació en una familia de Newar, en Katmandú, Nepal. Cuando tenía cinco años, dos monjes buditas tibetanos llamaron a su puerta para informarle que era la decimoséptima reencarnación del maestro Tibetano de tangka, el pintor Arniko, y le dieron un paquete con materiales artísticos de valor, explicándole que algún día tendría que crear su propia escuela de pintura Continúa leyendo El arte espiritual de Romio Shrestha

En el camino… de Rafael Amor

Gracias al blog de Abraxas encontré este hermoso tema del poeta y cantautor Rafael Amor. Su letra, un faro.

Que lo disfruten… y quien quiera, que lea y escuche. Merece » muy mucho» la «pena» 🙂

En el camino aprendí,
que llegar alto no es crecer,
que mirar no siempre es ver
ni que escuchar es oír
ni lamentarse sentir
ni acostumbrarse, querer…

En el camino aprendí
que andar solo no es soledad,
que cobardía no es paz
ni ser feliz, sonreír
y que peor que mentir
es silenciar la verdad.

Aprendí…
que ignorancia no es no saber,
ignorante es ese ser
cuya arrogancia más vil,
es de bruto presumir
y no querer aprender.

En el camino aprendí
que puede un sueño de amor,
abrirse como una flor
y como esa flor morir,
y que en su breve existir,
fue todo aroma y color.

Y en el camino aprendí
que la humildad no es sumisión,
la humildad es ese don
que se suele confundir.
No es lo mismo ser servil
que ser un buen servidor.

Aprendí…,
que la ternura no es doblez,
ni vulgar la sencillez
ni lo solemne verdad,
vi al poderoso mortal
y a tantos con altivez.

En el camino aprendí
que es mala la caridad
del ser humano que da
esperando recibir,
que no hay defecto más ruin
que presumir de bondad.

Y en el camino aprendí,
que en cuestión de conocer,
de razonar y saber,
es importante, entendí,
mucho más que lo que vi
lo que me queda por ver…