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Josep Goebbels, cerebro de la ideología nazi, sentó las bases de la propaganda en el comercio y en los gobiernos. Sin duda, a excepción del “Tercer Reich”, su cargo de entonces es un ejemplo del enfoque actual de la acción de los gobiernos y los grupos ideológicos terroristas: “Ministro para la Ilustración Pública y Propaganda del Tercer Reich”. “Ilustración pública y propaganda”, eufemismos de “manipulación y apariencias”. Edward Bernays, sobrino de Sigmund Freud, padre de la publicidad -como ciencia para manipular conductas activando miedos y deseos-, confesó que ante el riesgo de que emplear el término “propaganda” –asociado entonces aún muy estrechamente al periodo ideológico nazi-, se inventó el término “relaciones públicas”; curioso eufemismo que a día de hoy inunda los gobiernos, las empresas, las instituciones y las redes sociales.

La propaganda como tal, trata del conocimiento del “hombre inmutable”, de sus resortes psicológicos y emotivos; pero lamentablemente encaminados a su domesticación inconsciente más que a su desarrollo humano. Por supuesto, esa inconsciencia no puede lograrse por medio de la fuerza o de las armas. Ha de lograrse fomentando un falso sentido de felicidad a través del disfrute de los objetos (publicidad comercial) y un sentido ilusorio de la identidad centrado en la apariencia física y en su plenitud, entendida ésta como el disfrute del mayor número de experiencias gratificantes emocionales individuales posibles. Este sometimiento de la libertad y la voluntad del individuo en la vanagloria de su ombligo, termina perpetuándose manteniendo siempre viva la amenaza potencial del terror en su medio ambiente social. Si a este miedo que nos aísla del otro, unimos un estado de estrés e indignación, tan constante, que forma ya parte de nuestro neurótico estado de “normalidad”, las posibilidades de ser manipulados se vuelven bastante evidentes.

Internet, como herramienta de difusión del terror a escala global, supone un antes y un después en este sentido de la manipulación de individuos, sociedades y naciones. Los terroristas, gobiernos y medios seguirán usando la Red como una excelente vía comercial, y especialmente para difundir sus estrategias, marcadas por esta poderosa y temible ciencia de la Propaganda. Entre estas estrategias está el conocimiento del instinto de empatía humana, que nos mueve a difundir nuestro rechazo y participar al mismo tiempo -como involuntarios engranajes- en sus campañas divulgadoras del horror. Así, junto a nuestra honesta queja, participamos sin ser conscientes en el germen de esas acciones macabras, cuyo fin es que acabemos entregando voluntariamente nuestras libertades esenciales. Una locura.

El problema que se encuentran actualmente los gobiernos y sufren las sociedades, es que en esta guerra de poderes que engloba el terrorismo y su lucha, ya no son necesarios los ejércitos sino cualquier humano manipulado para el sacrificio. Por eso necesitamos unirnos y utilizar para el desarrollo humano esta bomba atómica de la propaganda que es Internet, pues parece va a ser aquí donde se libren las batallas que sometan o liberen a los pueblos.

En vez de estar en contra de la violencia, mostrándola y participando en difundirla –y con ella el mensaje que se busca: TERROR-, difundamos en lo que estamos a favor. Que nuestra lucha y acción sea a favor de la paz y la libertad de este mundo de pueblos y naciones que sí o sí está abocado al entendimiento. Las fronteras geopolíticas e ideológicas, como lo prejuicios, son nuestros verdaderos yugos -y son imaginarios-. No hay sino que mirar la Tierra desde la Luna para ver claramente lo hermosa y única que es nuestra realidad. Somos Un@

 #WeAreNotAfraid  #NoTenemosMiedo #WeWantPeace&Freedom  #QueremosPazyLibertad

https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Atentados_terroristas_en_2017