GRIZZLY MAN. El viaje de un «guerrero amable»

Timothy Treadwell convivió durante trece años con los osos pardos del Parque Nacional de Karmai, en Alaska; y lo hizo sin arma alguna, casi siempre solo. Grabó más de cien horas de impresionantes imágenes; en ellas, también dejó grabado el caos de su mundo interior. Murió -junto con su novia, Amie Huguenard- devorado por un oso pardo. Grizzly Man es un testimonio de su viaje vital.

En el inicio del documental, Timothy se define a sí mismo como un «guerrero amable»: «como una flor» que ha de estar alerta para convertirse si es preciso en un «samurai», “imponente”, sin miedo a la muerte.

Werner Herzog, reconocido cineasta alemán y director del documental, dijo de estas imágenes: “Encontré que más allá de una película sobre la vida salvaje, en su material yace una latente historia de belleza asombrosa y profunda. Descubrí una película de éxtasis humano y una confusión interna muy oscura. Como si en él existiese un deseo de abandonar la reclusión de su humanidad y vincularse con los osos. Treadwell buscaba un encuentro primordial pero haciendo esto cruzó una línea divisoria invisible”.

Basta buscar en google, para darse cuenta de hasta qué punto Grizzly Man no es una obra tibia.

El primer cartel del documental está afín con las hermosas imágenes de los osos, los zorros y el entorno natural de Alaska; es el espíritu de “la llamada de la naturaleza” y bien pudiera formar parte de un film de la factoría Disney. El segundo cartel refleja el caos interior que poco a poco va tomando mayor protagonismo en los comentarios y acciones que filma Timothy de sí mismo; como Herzog comenta en off, acaba utilizando la cámara como un desgarrador confesionario.

Tras ver el documental, Timothy Treadwell me pareció alguien que colocó a la libertad más radical, por encima de cualquier convencionalismo, llegando incluso a renegar de su propia naturaleza humana. Él sólo buscaba SER, viviendo bajo tensión constante, como lo haría cualquier animal en el medio salvaje. Creo que en el fondo, como su título indica, Timothy Treadwell llegó a sentirse más afín con la percepción que él tenía de cómo vivía la vida un oso, que con su propia dimensión como ser humano.

Para algunos fue un caso de locura, de evasión, de excesivo afán de protagonismo. Para mí, era alguien que quería ser fiel a sí mismo, aunque eso significara renunciar a la vida en sociedad y a todos los valores y creencias humanas. En el fondo, paradójico, esa búsqueda y ese espíritu ecológico eran también una huida.

Nunca cobró nada por su labor. Fue cofundador de la fundación grizzlypeople.

Si puedes conseguir este documental, me permito aconsejártelo vivamente. Guste o no guste, dudo mucho que deje a nadie indiferente.

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4 comentarios en “GRIZZLY MAN. El viaje de un «guerrero amable»

  1. hola!
    Creo que ese hombre era un loco , por que una persona normal no c iria a vivir tres años en un bosque con osos! es una locura , esta bien que defienda a esa especie pero no estuvo bien que lo aga de esa forma ,los osos reconoc’n quien es de su especie y quien no , era un poco logico que algun dia se ivan a sentir perseguidos o con hambre y lo ivan a atacar .
    Igual creo que el sabia como seria su final por que en medio de muchos de sus videos el dice:-»Morire por ellos…», y asi es como sucedio ….

  2. Hola Cecilia,

    Afortunadamente para los osos, no, no es una conducta humana normal irse a convivir con ellos. No creo que lo hiciera por una cuestión de rareza o por adrenalina… No sé si es locura -y si lo es, quién se salva de ella-, pero es posible que simplemente ése fuera su camino; tenía que experimentarlo. Al fin y al cabo, para eso -en parte- estamos aquí: para experimentar; para vivir experiencias.

    Y creo, como tú, que sí, que simplemente esperaba el momento de la muerte. En ese sentido, me recordó al final de Apocalypse Now, cuando el Coronel Kurtz espera que el militar obediente y responsable haga su trabajo y lo mate. «El horror», son sus últimas palabras.

    Creo que él sentía que debía hacerlo, por más que una parte de sí estaría de acuerdo con lo que comentas; a pesar del miedo, supongo que esa necesidad le obligaba a avanzar… o morir.

    Gracias por tu comentario,

    juan

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